jueves, 27 de diciembre de 2007

ESPÍRITUS QUE NO APARECEN

¡Hola! Poco más y se me olvida que tengo blog, pero es que esto de comer, comer, comer y tomar poste luego, a uno le entumedece la imaginación y las ganas de cualquier cosa. Pero bueno, que me he podido escapar de un polvorón que me perseguía frenético y, tras un trago de sal de frutas, ya estoy en condiciones de felicitaros un poquito las fiestas.

Y es que las felicito un poquito porque, conforme pasa el tiempo, veo que cada vez queda menos de lo que esto debería ser: en lugar de dar, se recibe, y el espíritu navideño queda comprimido al tamaño de una tarjeta de crédito.

Por suerte, hay personas que en Navidad demuestran un espíritu navideño como pocos, como el Padre Patera (nombrado "Héroe del año" por la revista Times en 2003). Por si alguien no lo conoce, este franciscano es un ejemplo de generosidad y entrega, ya que se dedica a atender a todos aquellos que no tendrían otra forma de ser felices en esta época (o en cualquier otra). Y con esas, este hombre cumple los deseos de estas personas que, aunque el dinero compre los regalos más caros, nunca compra los mejores. Si todos los miembros de la Iglesia fuesen así...

El caso es que este tipo de espíritu navideño, el que no se guarda en el bolsillo, es el más escaso y el más bonito. En realidad, no es que sea navideño, ya que la gente que muestra el tipo de actitudes que caracterizan al Padre Patera suele mantenerlas durante todo el año.

Por todo esto, lo único que voy a desear este año a todo el mundo es que se contagie de una pequeña parte de ese espíritu.

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