sábado, 14 de marzo de 2009

EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS BILLETES

El otro día, escuchando la radio oí unas declaraciones del actual ministro de economía, el señor Solbes, en las que afirmaba que él se siente "cómodo" con su empleo y no tiene deseos de dejar el cargo.

Yo no sé a los demás, pero yo llevo ya un tiempo que cada vez que oigo a este hombre me sorprendo un poco más. Resulta que, como el pais va tan sumamente bien, como no tenemos problemas económicos y todos nadamos en la abundancia, que en lugar de papel higiénico utilizamos billetes de quinientos euros y las madres les envuelven el bocadillo a sus hijos en los de doscientos (que tampoco son pequeños), este hombre puede permitirse el lujo de ironizar de esta manera con la posibilidad de dejar su cargo con media sonrisilla (aunque no sé si sonreía, porque como habla con esa voz susurrante y apenas se le entiende).

Lo que yo me pregunto es quién es él para decir tal cosa, para decidir sobre dejar el cargo o no. Bueno, en realidad sí que tendría que decidir y dimitir cuando los demás oímos de su boca perlas como que el gobierno ya ha hecho todo lo posible y que no hay más dinero. Pero, claro, en la solicitud de empleo de ministro no figura requerimiento alguno de vergüenza torera.

Con lo mal que va todo, ¿qué nos importa a los demás que él se sienta cómodo en su cargo? Si a mí me pagan el sueldo que tiene él por hacer lo que hace (que aún me pregunto qué es), tampoco querría dejar el puesto y estaría de lo más cómodo.

Pero es que resulta que su trabajo es solventar esta situación de la forma más eficaz posible y actuar con la mayor eficiencia. Por supuesto, yo critico sin saber del todo porque no tengo la formación adecuada para dar soluciones, pero es que se supone que él si la tiene. Que la use o le saque provecho ya es distinto.

En vista de las actuaciones del partido gobernante y del ministerio de este hombre (de importancia crucial ahora mismo), lo que deberían suceder no es que él dimita, sino que lo jubilen. No se puede declarar que ya se ha hecho todo lo posible porque, entonces, ¿qué? ¿Nos redimos y esperamos una solución divina? ¿Esperamos que la providencia nos saque de la crisis?

Parecerá que soy del PP, pero la verdad es que me parecen todos iguales: políticos, una raza que carece (por lo egenral) de escrúpulos y vergüenza. Y el PP vaya espectáculo también con lo del espionaje. ¿Corrupción? ¿Qué corrupción?

Repito: todos iguales.

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