sábado, 14 de marzo de 2009

L

Estoy empezando a estar hartito de la cama. Lo bueno es que tengo tiempo para hacer cosas: estudiar, ver la tele, jugar al ordenador, escuchar la radio, mirar por la ventana... Aún me queda un mesecito prácticamente. Ya le voy cogiendo el tranquillo a las muletas, eso sí, y dentro de poco a ver si me pongo a hacer virguerías como la "muleta coja", carreras con más cojos y cosas por el estilo.

Estando así, uno se da cuenta de lo que tiene que ser vivir permanentemente con una ayuda como esta y, más todavía, lo que debe de significar participar en unos juegos paralímpicos. Desde luego, lo que consiguen estos deportistas tiene mucho mérito, pero pocas veces se les tiene en cuenta o se les hace algún caso. Ser deportista de competición tiene mérito, pero si además se tiene el añadido de tener que utilizar algún medio como muletas, sillas de ruedas, etc., hay que reconocer el esfuerzo que estas personas hacen, que no es moco de pavo, precisamente.

En fin, yo voy a ver si encuentro una "L" para pegármela en la espalda porque, en algún descuido, voy a dejar cojo a alguien al pasar a su lado. Lo que no había pensado es que ahora, con mis dos piernas metálicas adicionales, cojo una velocidad por la calle que dejo atrás a quien me acompañe. Pero menudo dolor de brazos los primeros dos días...

Me voy a poner en forma y todo; no hay mal que por bien no venga, ¿no?

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