martes, 3 de febrero de 2009

TRÁMITES Y VIRUS

Estoy malo. Con muy mala leche, uno de esos virus que aparecen año tras año (y que siguen así, sin que nadie los detenga definitivamente) se ha cebado con mi ya estropeado estómago y me ha condenado a unos días de vivir en el aseo. Pero lo llevo bien: he instalado mi calefactor, me llevo el desayuno mínimo de los enfermos (tostada con algo de aceite y yogur) y me voy a hacer la digestión de mis mínimas comidas de enfermo (tostada con jamón cocido y un yogur). Es que se está más calentito que en otro lugar de la casa y, además, no sé por qué para mí el aseo es un lugar perfecto para cuando no me encuentro bien; muchas veces que estoy mal, mareado o con angustia, me siento en la taza, con la tapa bajada, cruzo las piernas y cierro los ojos. Puede parecer raro, pero me sienta bien. Lo veo un lugar seguro y agradable.

Pero, bueno, para un trabajador esto de estar enfermo conlleva algún trámite, como era inevitable. Ayer me tuve que ir del trabajo por el mareo y porque no podía vivir sin el aseo. No fui al médico en ese momento porque ese mareo maldito iba creciendo más y más y, al llegar a casa, no había quien me moviera. Así que he ido hoy y me han pasado de "urgencia" porque mi médico de cabecera no estaba. He pedido al que me ha atendido que me hiciera un justificante para llevarlo al trabajo, porque mañana no podré ir tampoco, y me ha dado un papelito.

Como soy muy desconfiado y rara vez creo que algo esté bien hecho del todo, he llamado al trabajo para preguntar y, ¡qué casualidad!, ese papelito no vale. Resulta que tiene que ser mi médico de familia el que, al pasar de 24 horas de reposo, sea el que justifique mi ausencia y me dé la baja por el tiempo que sea necesario. Así que me toca volver mañana con el volante que me ha dado el médico de hoy.

Lo que me he parado a pensar y no acabo de ver muy razonado (estoy abierto a explicaciones) es que, si hoy me ha visto ya un médico que ha considerado que debo de estar en casa y que me ha recetado la medicación, ¿por qué no puede él darme la baja?

Es decir, mi médico de familia tampoco es que me haya visto mucho el pelo (una sola vez), así que ya me conocen por igual. Supongo que serán trámites administrativos o burocráticos los que le impiden al de hoy darme la baja, pero creo que sería mucho más práctico porque, ahora que no me siento nada bien, me viene fatal mañana pasarme toda la mañana en el centro de salud esperando a que mi médico me coja de urgencia tambén para extenderme el papelito. Me van a alejar de mi querido baño y eso no está bien.

En resumen, lo que quería decir es que no veo bien clara esa necesidad de que sea únicamente el médico de familia el que pueda darme la baja. Si fuese algo grave y ya arrastrado de tiempo, lo comprendería porque el de cabecera sabría de mi estado, evolución y demás, cosa que no tendría por qué conocer otro médico. Esto me hace tener que volver, que salir de casa cuando no me encuentro bien, y todo para que me pregunte qué me pasa y arreglar unos papeles.

No sé si se podría hacer o me faltan muchos datos, pero a un enfermo no le vienen bien muchos viajes al hospital.

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