"Esta noche estaba tranquila y el aire frío escampaba la oscuridad alrededor. Hoy, esperando la compañía del silencio, me he encontrado con el sonido de tu voz y sin querer me he ido lejos y dado la espalda a la electricidad de mi piel. Cada momento de calma, de ausencia, se rompe a los meses cuando de repente, cuando sin pensarlo, me encuentro sorprendido ante la luz de unos ojos que un día cerré imaginando playas y caricias de un viento que nunca llegó a existir.
Miles de imágenes y pensamientos se agolpan en mi cabeza al verte y, confundidos, me recriminan lo que pensará quien me lea; pero ya no puedo con más ocultismo, y te lo dije una sóla vez, y entre el humo de cigarros pinté un pasado perdido, exaltado por la imaginación de lo no conseguido. Y lo haré una y mil veces mientras vea el reflejo de tus ojos, el perfil de una figura que deshace el tiempo, el tacto de la piel que duerme en unos recuerdos que, más que vividos, fueron deseados. Y lo son.
Y hoy, con más imaginación que ganas, con más costumbre que sentimiento, dejo vagar por mi cabeza la imagen de quien nunca fue (todavía) para que dé una luz de vida a mi recuerdo. Dejo que inevitablemente pase el tiempo y las raíces de lo imperecedero se sequen al menos lo justo para no seguir recordando lo que siento.
Y hoy, que te veo aparecer de nuevo, maldigo todos esos momentos en que seguiré persiguiendo un segundo, una sóla fracción de tiempo en que mi imaginación volará sola, en que no estaré contigo... momentos en que solamente te recuerdo."
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