"Recuerdo una vena hinchada y roja atravesando un blanco puro y vivo. Recuerdo cómo acababa en el mar más profundo y marrón de una sonrisa. Esa venita en el ojo izquierdo... Recuerdo la sonrisa. Pero cuando lo intento la imaginación se me resbala por otra piel y otro pelo que enreda el tiempo y desplaza el aire. Recuerdo esa sonrisa, la de la ausencia del tiempo en mi momento, la del brillo inesperado del alcohol, de sillas de plástico y música al abrirse la puerta del bar. Recuerdo hasta el más mínimo segundo de una realidad que me sabe a Simon y Garfunkel —no sé por qué— y a Stealers Wheel. Recuerdo el tacto de la ceniza en los vaqueros y el humo de los labios que, de lado, exhalan la costumbre de una vida entera; y unos ojos intrigados. Recuerdo hasta la temperatura del aire de una boca y de los sonidos al moverse a su son. Recuerdo la música que no se escuchó y los colores que no se vieron. Recuerdo que no hubo nadie más a un metro y que, por no haber, ni lo hubo más adentro.
Recuerdo que escribo esto para no olvidar un momento que ha llegado a convertirse en otro precioso recuerdo."
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