¿Era un desierto?
Era un vergel
lleno de flores de papel (*)
y en cada pétalo, tu nombre escrito.
Se agitó el viento
y cada flor
al resoplar el corazón.
Nos juntó a los dos en un sólo destino.
Hoy vuelve el sol
y vuelvo a ver:
el oasis ha empezado a arder
y, con él, mis sueños... y yo mismo.
(*) Si recuerda a Extremoduro, será porque el verso es casi igual... ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario